“No
soy residente, pero sí asiduo visitante y amante de esta maravillosa
isla, pese a todo. Cuando hace más de cuarenta años visité por primera vez las playas del Médano y el Sur de la isla quedé vivamente impresionado por su panorama emocionante. Era un paisaje con grandeza, una visión cercana a la eternidad. El infinito mar bajo la cúpula azul, el desplazamiento tranquilo de las nubes, la firmeza de las arenas, el susurro del viento, el grito intermitente de las aves marinas… ¡Qué plataforma para sentirse más verdadero, más rico en alta vida! |
José Luis Sampedro