INTRODUCCIÓN A SENEGAL
 

  Mapa poblacional

 

Mapa socio-cultural-religioso

 

Senegal, con una superficie de 196.913 km2, es el país situado más al Oeste del continente africano. De clima subsahariano, está caracterizado por la alternancia de una estación seca y otra de lluvias que sólo dura 3 o 4 meses (entre junio y septiembre). La lluvia es muy variable de una región a otra: 1.000 mm en la zona sur, que desciende a medida que nos desplazamos hacia el norte hasta los 300 mm. Esto marca la diferenciación en tres zonas climáticas bien diferenciadas: zona húmeda de bosques tropicales al sur (zona de Casammance); zona de sabana (centro del país) y la zona desértica del norte, que cada año gana más terreno a la sabana como consecuencia del avance del desierto.

 

 Mapa poblacional

Se estima que Senegal tiene una población que supera ya los 11 millones de habitantes siendo el 53% mujeres, el 43,8% menores de 15 años y sólo el 2,4% mayores de 45 años. El 51,9% son poblaciones rurales, reduciéndose su número cada año por el éxodo a zonas urbanas y a la emigración mayoritariamente de hombres a otros países.

  Mapa socio-cultural-religioso

Monumento a la esclavitud en Goree

Aproximadamente un 92% son musulmanes, un 6% son animistas (ritos autóctonos) y un 2% son de religión cristiana. La etnia predominante en Senegal es el Wolof, que provienen del noroeste del país. Después viene la etnia Seres, la etnia Toucouloeur, en el norte del río Senegal. Otras etnias a destacar son los Diolas, que viven en la zona sur, los Mandingo, Bambara y los Peulh. El idioma oficial es el francés, pero la población habla varias lenguas tribales, de las que la más extendida es el Wolof.

St. Louis, en el norte, fue la urbe más importante de todas las colonias francesas del África occidental. Esta ciudad, al igual que la tristemente célebre isla de Goree (de donde partieron gran cantidad de esclavos) están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La capital, Dakar, con casi 2 millones de habitantes, es una de las ciudades más importantes del África occidental, y destaca por tener al unísono los mayores niveles de desarrollo y de marginación del país.

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) que publica las Naciones Unidas todos los años, representa valores estadísticos que ofrecen una vigilancia de la evolución de los países con el objetivo de poner de manifiesto las desigualdades existentes. Senegal ocupa el puesto 157 de un total de 177 países, estando integrado en el grupo de países que tiene un Índice de Desarrollo Bajo.

Monumento a la esclavitud en Goree

 

Entre los datos más destacables que aparecen en el IDH, (en comparación con España, que ocupa el puesto nº 20) están los siguientes:
 

 Datos 2003

Senegal

España

 Esperanza de vida

55,7

79,5

 Alfabetización de adultos

39,3 %

97,7 %

 Porcentaje de escolarización

40 %

94 %

 PIB per cápita ($)

1.648

22.391

 Superficie (km 2 )

196.192

504.750

 Población (millones)

11,1

42,1

 Densidad (hab/km 2 )

56,6

83,4

 Población en 1975 (millones)

5,3

35,6

 Crecimiento 1975-2003

109,5 %

18,3 %

 Población estimada en 2015 (millones)

14,5

44,4

 Población urbana

49,6 %

76,5 %

 Población menor de 15 años

38,8 %

14,3 %

 Número de hijos por mujer

5

1,3

 Médicos por cada 100.000 hab.

8

320

 Personas desnutridas

24 %

Sin datos

 Consumo de electricidad per cápita (kw/h)

141

6.154

 Emisiones de CO 2 per cápita (ton. métricas)

0,6

7,3

Estos datos reflejan una abismal desigualdad. Algunos llaman la atención, como un crecimiento de la población muy alto, que se ha doblado en apenas 25 años; esto hace que el porcentaje de niños sea también muy apreciable. Debido fundamentalmente a las campañas de vacunación, los porcentajes de defunciones infantiles han disminuido. Sin embargo, la esperanza de vida no ha aumentado, debido fundamentalmente al incremento de la malaria o a la introducción de hábitos alimenticios occidentales que han hecho que enfermedades casi desconocidas hasta hace poco tales como la diabetes, el colesterol o las cardiovasculares se hayan disparado.

Por el contrario, problemas como el tabaquismo, el alcoholismo o la drogadicción son aún anecdóticos, aunque su actual aumento se debe a la influencia de los países desarrollados. El Sida no ha alcanzado los niveles de catástrofe social que afectan en mayor medida a otros países africanos, pues su incidencia es menor del 0,5% de la población, niveles parecidos a los europeos. Por el contrario, la malaria o paludismo está muy extendida.

Posición en la que eran trasladados
en los barcos esclavistas

Otros datos significativos son el consumo eléctrico por habitante, que es 44 veces inferior al español; o el porcentaje de desnutrición, que en Senegal llega a un 24% de la población, aumentando un punto en la última década.

Como consecuencia de todos estos aspectos, las impresiones que recibe un turista europeo cuando viaja a Senegal son las del tremendo caos urbanístico de las ciudades, unas condiciones sanitarias muy deficientes a lo largo de todo el país o el acoso constante en las urbes de vendedores ambulantes o niños mendigando.

Pero estos niveles de subdesarrollo no coinciden con otros parámetros vitales de imposible cuantificación. Así, cuestiones como la alegría innata que desbordan niños y adultos, los niveles de honestidad personal, el apego a la tierra en que han nacido, la falta de rencor hacia civilizaciones norafricanas o europeas que han saqueado continuamente esas tierras (recordar los 20 millones de esclavos que salieron del África occidental en dos siglos de nefasto y vergonzoso recuerdo para la civilizada Europa) o las inmensas ganas de trabajar y mejorar sus condiciones de vidas, son también aspectos de fácil apreciación para el visitante.

 


 

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